El Comarcal

Noticias de nuestras comarcas

Razones científicas contra la línea 400 kV Baza-Caparacena

Se ha elegido un modelo de megaproyectos que no da ningún beneficio directo a la población. La expansión de estos megaproyectos de energías renovables es desordenada y existe una falta absoluta de planificación

Sábado, 22 mayo 2021

En el IDEAL de 16 de mayo Abelardo Vico, senador y secretario de las comarcas de Baza-Huéscar del PSOE de Granada, expresa su opinión sobre la posibilidad de coexistencia de instalaciones de energías renovables, turísticas y agrícolas en el norte de la provincia. Aunque nos parece muy bien que exprese su opinión, vemos menos aceptable que en el artículo señale a los opositores de la línea 400 kV Baza-Caparacena como negacionistas con respuestas simples a problemas complejos y como fruto del nuevo populismo español, siguiendo la línea de un artículo de opinión en el IDEAL del 11 de abril de la Asociación de Ingeniería Superior de Andalucía, ruega que esos negacionistas expliquen las razones, a poder ser científicas, que les mueven.

¿Negacionistas? Pues primero hay que decir que todos los que nos oponemos a la línea 400 kV estamos a favor de las energías renovables. Lo que cuestionamos es el modelo energético elegido y la manera de su implementación. En lugar de priorizar la ampliación de instalaciones de autoconsumo en los tejados de las casas y de las naves en los polígonos industriales, se ha elegido un modelo de megaproyectos que no da ningún beneficio directo a la población. La expansión de estos megaproyectos de energías renovables es desordenada y existe una falta absoluta de planificación.

Con respecto al ruego de Abelardo Vico que demos razones científicas explicando nuestra oposición, le recordamos la carta en la prestigiosa revista Science de 11 de diciembre de 2020. En esa carta 23 científicos pertenecientes al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Universidades públicas y otros organismos de investigación, alertan de que «el actual proceso acelerado y desordenado de expansión de las energías solar y eólica puede acabar produciendo daños irreversibles sobre la biodiversidad española. De no abordar de forma inmediata los múltiples problemas asociados a la implementación de renovables, la transición energética tendrá el dudoso privilegio de ser recordada no sólo por el cambio de modelo energético, sino por poner en jaque algunos de los valores naturales únicos de este país».

También queremos llamar la atención sobre una iniciativa a nivel nacional llamada Alianza Energía y Territorio ALIENTE (aliente.org), que ha unido a más de 120 entidades en España contra el desarrollo masivo, sobredimensionado, de instalaciones renovables a gran escala que no se planifican ni evalúan adecuadamente. Cuenta con el apoyo de unos 250 científicos investigadores expertos en biodiversidad, que también abogan por realizar una adecuada planificación con áreas de exclusión, mejorar el proceso de evaluación ambiental para que sea independiente y efectivo, así como apostar por un modelo distribuido como alternativa a la amenaza que supone el actual modelo de Transición Energética. La plataforma granadina Di No a las Torres está asociada a Aliente.

La Unión Europea, en su Paquete de Invierno prescribe un modelo energético distribuido con centros de generación de energía eléctrica cerca de los centros de consumo. Además, subraya la importancia de políticas de ahorro de energía, eficiencia energética, autoconsumo y la mejora de las prestaciones energéticas de los edificios. Todos conceptos que ahora mismo no están recibiendo la atención que se merecen.

Es absolutamente clave la generación de electricidad cerca de los centros de consumo, porque según datos de Red Eléctrica la pérdida actual de energía eléctrica en el sistema eléctrico español ya es de 10%, con un valor de 1.700 millones de euros al año. Un modelo energético con megaproyectos, lejos de los centros de consumo incrementará la pérdida en transporte. Además, la multitud de líneas de alta tensión super potentes, que se requieren en ese modelo afectará gravemente al paisaje y representa un peligro para grandes aves planeadoras. Actualmente, las infraestructuras eléctricas ya representan más del 50% de la mortalidad de las aves rapaces más amenazadas del país.

Según información publicada en su sitio web, Red Eléctrica de España ya ha otorgado permisos de acceso a más de 3.000 MW en proyectos nuevos de energías renovables en la provincia de Granada, aunque con la capacidad de renovables instalada actualmente de 750 MW ya se genera la mitad de la energía consumida. En otras palabras, la gran mayoría de la energía renovable generada en la provincia en el futuro se consumirá lejos de aquí. Para Andalucía en total los números son aún más desequilibrados dado que ya existen permisos de acceso para más de 35.000 MW entre proyectos eólicos y fotovoltaicos, necesitando autopistas enormes como la línea 400 Baza-Caparacena para evacuar esa energía a los centros grandes de consumo. No son líneas para mejorar el suministro de la zona sino líneas de transporte.

En su artículo del 11 de abril el presidente de la Asociación de Ingeniería Superior de Andalucía expresa su sorpresa por la oposición contra la línea 400 Baza-Caparacena bajo el paradigma de la protección ambiental, diciendo que el proyecto cuenta con todos los permisos ambientales. Recordemos a los lectores que la Junta otorgó su autorización ambiental en septiembre del año pasado sin atenerse a la ley, porque en ese momento la Declaración de Impacto Ambiental ya no estaba vigente y según ley, Red Eléctrica tiene que realizar un nuevo estudio de impacto ambiental. Ese asunto es objeto de un recurso de alzada que la Junta aún no ha contestado. El requerimiento del Defensor del Pueblo Andaluz de un informe con una valoración de esa presunta nulidad de la autorización ambiental tampoco ha recibido contestación.

Por EILKO BRUGGERS Miembro de la plataforma Di No a las Torres