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EL SENTIR DE LOS PUEBLOS

Ahora nos toca reflexionar tras el 3 de julio de 2021, fecha que ya ha quedado marcada en nuestro calendario por ser el día de la PRIMERA manifestación en la comarca del norte de Granada y comenzar en Zújar, uno de los pueblos más afectados por los megaproyectos, tanto de aerogeneradores como de placas fotovoltaicas previstas en el Pantano del Negratín. Unas 600 personas venidas de multitud de lugares de tres provincias Granada, Málaga y Almería, desde Caparacena, Baza, Freila, Cúllar, Caniles, Cuevas del Campo, Alcontar, Taberno, Chirivel, y Málaga. Cada día el movimiento social va creciendo porque a todos nos une un solo objetivo: evitar la LLEGADA MASIVA de los megaproyectos a nuestras tierras. Todos unidos y apoyados por tres ayuntamientos que se han implicado con sus vecinos en la defensa de nuestra tierra y desde el que, damos nuestro agradecimiento, por todas sus aportaciones y apoyo. Hablamos de las alcaldías de Caniles, Zújar y Cúllar, cuyos alcaldes estuvieron presentes en la manifestación. Estos actos de rechazo, presentes y los que llegarán, son la prueba del malestar de los pueblos, de cómo se sienten sus habitantes, de la NO ACEPTACIÓN SOCIAL de esta barbarie y en la que nuestros políticos y administraciones tendrían que pararse a REFLEXIONAR sobre lo que está pasando y de una vez por todas, escuchen las VOCES de sus pueblos. Pedimos la necesidad de planificar con un desarrollo razonable, que beneficie a los habitantes del territorio y no a las multinacionales. Pedimos que nuestros ayuntamientos suspendan las licencias de obras a estos proyectos hasta que haya una regulación adecuada con unos Planes Generales de Ordenación Urbana que respete nuestra tierra y nuestro entorno y mantenga un desarrollo agrario, ganadero y turístico SOSTENIBLE. Algo se está haciendo mal y se necesita plantear cuáles son los beneficios que se dice que van a llegar. Unos, nos hablan de “progreso y desarrollo”, mientras otros nos llaman “negacionistas”. Si a esta INVASIÓN, COLONIZACIÓN, y EXPROPIACIÓN de nuestras tierras lo llaman progreso y desarrollo entonces estamos ante un grave problema. ¿Desde cuándo destruir se ha convertido en progresar?. Aclaramos por millonésima vez, nosotros NO NOS NEGAMOS a las energías renovables. Todo lo contario. Queremos estas energías para todos y que el beneficio sea para todos y no sólo para unas pocas grandes empresas que se reparten el pastel sin respetar ningún espacio protegido, ni flora ni fauna, lo que repercutirá en nuestra BIODIVERSIDAD y nos empobrecerá ante situaciones de futuras enfermedades ya que de nuestra naturaleza se extrae todo lo necesario para que nuestra especie continúe. Defendemos la protección de nuestro medio ambiente. Parece ser que con la pandemia que nos azota, no aprendemos lo importante que es proteger nuestra naturaleza. Ya lo están advirtiendo los científicos en numerosas publicaciones. Todos conocemos las tres erres: R de REDUCIR, R de REUTILIZAR, y R de RECICLAR. Estas tres premisas son las esenciales para aprender a cambiar nuestro comportamiento con nuestro entorno. Ahora estamos viviendo una CRISIS a nivel mundial por el agotamiento de los combustibles fósiles y pretenden que determinados países, como el nuestro, seamos los responsables de suministrar la energía necesaria al resto de países europeos para que puedan hacer funcionar sus fábricas en detrimento de nuestra agricultura, ganadería y turismo, lo que afectaría a nuestra economía. Se está creando una “burbuja energética” que terminará por romperse y provocará una grave crisis en nuestro país. No piensan que lo que tenemos que cambiar es el modelo de transición energética promoviendo el autoconsumo y las comunidades energéticas. Hay multitud de PROPUESTAS ALTERNATIVAS que están surgiendo en todas las comunidades autónomas afectadas y numerosas plataformas que plantean soluciones. Entonces ¿Por qué no les interesa tenerlo en cuenta? ¿Qué nos está pasando? La línea 400 desde Caparacena-Baza-La Ribina trae consigo todos los proyectos que a día de hoy van llegando a hurtadillas a cada uno de los ayuntamientos que, desbordados, desubicados y desorientados, en su quehacer diario, no encuentran apoyo en las administraciones. Las empresas están en nuestra comarca se mueven como las dueñas de nuestra tierra. Son el “nuevo amo” al que hay que servir. Esto es sólo la punta del iceberg. Una vez finalizada la línea 400 esto será como la conocida “fiebre del oro” en el oeste americano. La ESPECULACIÓN ha comenzado con la “fiebre energética” de nuestro país. Ya han comenzado los comerciales de las empresas a contactar con la gente de los pueblos ofreciéndoles una miseria, a la cual dicen algunos que sí porque supone el sustento de la familia de manera temporal, o porque supone poder pagarle los estudios a sus hijos. Un difícil dilema para ellos. Es necesario reflexionar ante este fenómeno de especulación. Primero, porque han buscado las zonas más deprimidas económicamente. Les sale muy barato a estas empresas conseguir nuestra tierra. Segundo, el intervalo de edad de las personas afectadas, es población envejecida, y sus hijos tendrán que irse a buscarse su futuro a otro lugar porque aquí ya no habrá futuro. En numerosos pueblos, la agricultura está despuntando desde hace ya bastantes años y motivando a nuestros jóvenes emprendedores que quieren trabajar y quedarse en sus pueblos. Tercero, piensan a corto plazo, porque el precio de su finca, de las fincas colindantes, de las casas del pueblo se van a ver afectadas en un DESCENSO de su valor. Nadie va a querer venir a vivir a nuestra comarca, ni a hacer turismo a nuestros pueblos. Si destruimos tierras fértiles para molinos o placas, nuestra agricultura se verá tocada de muerte. Entonces ¿qué vamos a hacer?¿comeremos hierros y placas?. Seremos un país de CHATARRA. Por favor, pensad lo que estamos haciendo entre todos. No te quedes en tu sillón mirando y esperando. LA TIERRA SE DEFIENDE, NO SE VENDE. Acompáñanos para conseguir proteger nuestra tierra y que nuestras generaciones futuras tengan la posibilidad de seguir viviendo en nuestros pueblos.

Por Paqui Ruiz García Plataforma Dí No a las Torres